viernes, 19 de enero de 2007

¿Para qué entonces el Parlamento? (y II). Sobre la eutanasia



La excelente película "Mar adentro", de Alejandro Amenábar (2004) puso ante miles de ojos de espectadores otro trozo de la realidad, muchas veces ausente, ignorado, pero real: la eutanasia, el derecho a una muerte digna. Seguramente que esta película sirvió para que muchos ciudadanos reflexionáremos sobre ello y nos posicionáramos favorablemente o desfavorablmente.

Los relatos en estos últimos días de la muerte de Madeleine, la ciudadana francesa que estaba viviendo en España desde hace años, El País, día 18, y los testimonios reflejados en las secciones de Cartas al Director o en tertulias radiofónicas, han traido de nuevo a la actualidad el tema de la eutanasia, el derecho a morir dignamente.

La información que me ha entristecido es la que El País, del día 19 de enero, publica con el título "El Gobierno desoye a sus aliados y rechaza abrir el debate de la eutanasia".

¿Por qué este miedo en los dirigentes políticos a debatir ciertos asuntos? ¿Qué impide cumplir el compromiso del Partido Socialista en su progrma electoral? Programa electoral del PSOE para esta legislatura decía: "Eutanasia. Promoveremos la creación de una comisión en el Congreso de los Diputados que permita debatir sobre el derecho a la eutanasia y a una muerte digna, los aspectos relativos a su despenalización y el derecho a recibir cuidados paliativos".

Si el asunto, como decía el programa electoral, no se lleva al Parlamento ... ¿para qué el Parlamento, nos podemos preguntar? Y la oferta electoral en sus estrictos términos, sólo se compromete a la constitución de una Comisión en Congreso para debatir ....

Me temo, y así lo deseo, que el asunto está ya en la calle y se debatirá. Más valía que el debate fuera ordenado, racional, tranquilo. Desconozco si hay muchas asociaciones en este ámbito. Recomiento laweb de EUTANASIA: el viejo alegato sobre la vida y la muerte y la Asociación Derecho a morir dignamente.

Exijamos, pues, al PSOE que cumpla sus compromisos electorales y con serenidad y racionalidad hagamos nuestras personales propuestas a este asunto.