En dos entradas anteriores, una con fecha del pasado 10 de octubre y otra del 3 de diciembre, me pronunciaba a favor de la extensión del ejercicio del voto a los adolescentes y jóvenes mayores de 16 años.
En la primera, hacía referencia al dictamen que el filósofo José Antonio Marina y la profesora De la Vágoma habían redactado a petición del Alcalde de Sevilla. Por supuesto, se declaraban a favor de rebajar la edad de voto a los 16 años.
Volví a recordar este informe del profesor Marina el día 3 de diciembre con ocasión de un debate en la Cadena SER en el que se planteaba la cuestión: ¿Votar a las dieciseis años?
En el diario El País, de hoy, el periodista Bonifacio de la Cuadara, escribre: "El autor reclama el derecho de sufragio para un millón de personas "de las que no puede afirmarse que carecen de aptitud" para votar. Ante la celebración de elecciones de ámbito municipal, autonómico y estatal en los próximos meses, parece conveniente replantear una medida política que extendería el llamado sufragio universal aproximadamente a un millón más de ciudadanos: la ampliación en España del derecho al voto -actualmente establecido a partir de los 18 años de edad- a las personas de 16 y 17. Si es cierto que el PSOE, como proclama su programa electoral de 2004, apuesta por una democracia participativa, "con la participación de todos", procede, ya con carácter de urgencia, una reforma de la legislación electoral que abra el derecho al voto al menos a los ciudadanos de esa franja de edad, de los que no puede seriamente afirmarse que carecen de aptitud para emitir su voto.La iniciativa no es nueva. Aparte de otras propuestas similares de políticos como Pasqual Maragall u organizaciones juveniles de izquierda, en el pasado siglo XX dediqué en EL PAÍS sendos artículos a esa cuestión (La ampliación del voto juvenil, publicado el 25 de febrero de 1998, y Voto juvenil 2, el 31 de diciembre de ese mismo año), mejor acogidos por UNICEF que por los partidos políticos. Sólo uno de ellos, el hoy fenecido Partido Democrático de la Nueva Izquierda, se comprometió en su primer y último congreso a luchar por "bajar el derecho al voto a los 16 años".
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No llego a comprender las razones por las cuales a un adolescente de hoy, entre 16 y 18 años, con su preparación, con sus conocimientos, ... se les pueda negar una preparación para poder emitir con responsabilidad su voto. Y sobre todo es importante con lo que el profesor Marina termina su dictamen: "Lo importante no es preguntar: "¿Está una persona con 16 años capacitada para intervenir en las elecciones municipales?" sino "Puesto que los jóvenes, a los 16 años, pueden montar importantes decisiones ¿cómo deberíamos eduarles para que también pudieran participar responsablemente en las elecciones municipales?
Éste es de esos asuntos que se resuelven con decisión política. Y ésta se tomará si la opinión pública la apoya con decisión y mayoritariamente.
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