El mismo día se producía la Asamblea de los socialistas de la ciudad de Cádiz para "elegir" a los candidatos que presentarán para las próximas elecciones municipales. Según informan los medios de comunicación, asistieron a esta Asamblea no más del 20 por ciento de los afiliados del Partido de los quinientos y pico afiliados que pueda tener el PSOE en la ciudad. Y no se votó. La candidatura fué aclamada.
"Retoques de última hora en la lista que iba a votarse en la asamblea local del PSOE hicieron que el acto empezara con casi media hora de retraso y que los militantes tuviesen tiempo de cambiar impresiones sobre los nombres que incluia la candidatura de Rafael Román a la Alcaldía de Cádiz. Estaba claro que la lista, cien por cien paritaria -14 hombres y 13 mujeres- tenía el consenso del secretario local del PSOE, Federico Pérez Peralta, y del cabeza de lista, Rafael Román, quienes días antes ya se habían puesto de acuerdo en distribuir a sus adeptos en los quince primeros puestos de salida.
Todo estaba atado para que la asamblea sacase adelante la lista por aclamación, pero un militante, Juan Jurado, con 16 años en el partido, quiso ejercer su derecho a solicitar la votación secreta, retirando rápidamente su propuesta tras ser presionado por compañeros del partido. Salvo este pequeño pero significativo incidente -más de uno prefería votar pero no se atrevió a decirlo- el resto transcurrió con normalidad y la asistencia -más de un centenar de militantes- correspondió a la convocatoria hecha por la dirección del partido" (Informa La Voz de Cádiz).
Si además recordamos, entre otros, episodios como la designación del candidato para la Alcaldía de Madrid o la participación de los catalanes tanto en la ratificación del Estatut como en la elección del nuevo Parlamento... sólamente podemos concluir que la democracia española se está degradando, no está llegando a los mínimos stándares de calidad exigidos.
¡En fin, qué envidia de los socialistas franceses!
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