En Manchester está en el corazón de la Revolución Industrial que impulsó el uso de los combustibles fósiles, por eso que a sus habitantes les parece hoy muy apropiado asumir el reto de encabezar los esfuerzos para hacer frente al cambio climático, de una forma más decidida que los recientes acuerdos de la cumbre G-8.
Con el apoyo del prestigioso diario The Guardian, el Festival Internacional de Manchester realizado la semana pasada, reunió a científicos, ingenieros y defensores del medio ambiente con el objetivo de compartir las propuestas que buscan salvar al clima. El informe con las veinte mejores propuestas estará disponible en Internet a fin de mes y será distribuido a los asistentes a la cumbre por el Clima que se realizará en Copenhague en diciembre.
Las múltiples investigaciones abordaron diversos ámbitos para la producción sostenible de biocarburantes, desde “bosques” de algas en la superficie del océano que podrían digerir el dióxido de carbono y devolver fertilidad a las poblaciones marinas, hasta un mejor uso de la energía geotérmica, que puede generar agua caliente las 24 horas del día sin ocasionar ningún trastorno al medioambiente.
Pero sin duda los proyectos más ambiciosos son aquellos vinculados al aprovechamiento de la energía solar que através de la acumulación de calor se puede transformar en energía eléctrica mediante una turbina de vapor. Este proceso mecánico ya se ocupa en las plantas de energía eólica, que tienen hasta hoy el inconveniente de requerir más esfuerzos de mantención.
Los temas relacionados a la energía solar están muy vinculados a las propuestas para reducir las emisiones y de ahí que exista un fuerte interés por el desarrollo de plantas de energía solar en el desierto del Sahara. Se estima que el 1% del área de los desiertos del mundo podría proporcionar el espacio suficiente para producir más energía eléctrica de la que el mundo consume actualmente.
De hecho, una de las propuestas concretas involucra un área de 130 por 130 kilómetros en el Sahara que podría proporcionar todo el consumo actual de energía de la Unión Europea. Como extra, el calor residual de la generación de electricidad puede ser utilizado para proporcionar agua desalinizada a las regiones secas, y la sombra de los grandes espejos solares podría facilitar la horticultura en aquellas zonas desérticas donde justamente tanto sol ha negado la vida a la flora y la vegatación. Existen plantas en funcionamiento en Estados Unidos y España. Hay parte de la tarea hecha. Ahora falta dar el gran salto.
Más información The Guardian
En El Blog Salmón Células solares, más eficientes y baratas, Para salvar a la economía y al planeta
Imagen afloresm
No hay comentarios:
Publicar un comentario