
¿Cómo es posible que treinta años después de celebradas las elecciones democráticas la extrema derecha esté pugnando por adueñarse de ciertas instituciones democráticas y desde ahí cortar y anular los avances democráticos y sociales que durante este último gobierno socialista se han dado?
Se ha atrincherado en el Consejo General del Poder Judicial y no se renuevan sus componentes por el empecinamiento del Partido Popular de no avenirse a acordar con todos los demás Grupos Parlamentarios la renovación de sus miembros y la cobertura de sus vacantes.
Está adueñándose del Tribunal Constitucional: "El Constitucional admite el recurso del PP contra el mandato de la presidenta". Así la mayoría conservadora habrá anulado a la progresista y podrá tumbar las leyes aprobadas en esta legislatura que ha recurrido el Partido Popular.
Los más reaccionarios del PP ya no se avergüenzan de confesar su franquismo: Mayor Oreja, María San Gil, ... y los dirigentes, Rajoy, Acebes, no se atreven a corregirlos.
Y junto a ellos los monseñores: Cañizares, Rouco y el presidente de la AVT.
Entiéndaseme bien: los demócratas españoles fuimos demasiado tolerantes en la transición y en la democracia con algunos comportamientos y con algunas organizaciones y se han aprovechado de ese componente de la democracia para frenarla y, si pudieran, revertirla. Pero tengamos en cuenta: los males de la democracia sólo se curan con más democracia.
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