Las principales asociaciones laicas españolas abogaron el pasado 7 de mayo en un acto de la Fundación Cives por la derogación de las acuerdos del Estado español con el Vaticano, al considerarlos inconstitucionales, además de la modificación de la Ley de Libertad Religiosa que consideran sigue primando a la Iglesia católica y coarta la verdadera implantación de un Estado aconfesional en nuestro país. Estas asociaciones, reunidas en torno a la Cátedra Emilio Castelar, consideran necesario también la implantación de un estatuto laico para las instituciones que sea respetuoso con todas las confesiones pero que promueva su autofinanciación en lugar de la financiación.
Europa Laica, la Lliga per la Laicitat de Catalunya, la Plataforma Ciudadana por una Sociedad Laica, Redes Cristianas y la Unión de Ateos y Librepensadores apostaron por acciones conjuntas e incluso movilizaciones ciudadanas para dar mayor impulso a este creciente movimiento social que promueven. Consideran imprescindible la consolidación de los valores democráticos y su impulso en el sistema educativo además de la ampliación de los derechos ciudadanos.
Tras evidenciar la profunda transformación sufrida por la sociedad española en los últimos 30 años, Julio Ordóñez, vicepresidente de la Fundación Cives y representante de la Plataforma Ciudadana por una Sociedad Laica, pidió la creación de un Estatuto de Laicidad que asegure y proteja derechos como la libertad de conciencia y la neutralidad de los funcionarios. Francisco Delgado, presidente de Europa Laica, felicitó al nuevo Lehendakari vasco, Patxi Lopez, por suprimir la utilización de símbolos religiosos en su toma de posesión, que considera un hito histórico. También denunció los graves problemas de “confesionalizacion” que a su juicio ha provocado la implantación de la Ley de Ordenación Educativa (LOE), al primar la religión y ampliar el régimen de conciertos hasta limites insospechados.
“La laicidad es un principio integrador para ayudar a las personas excluidas del sistema”, aseguró Timoteo Cruces, cuyo movimiento Cristianos de Base exige una clara separación entre Iglesia y Estado y la derogación de los acuerdos de 1979 con la Santa Sede. En su opinión, y tras 18 años de gobiernos socialistas España se ha convertido en un estado pluriconfesional, en lugar de aconfesional como proclama la Constitución, cuando “lo que debería propiciarse es un autentico Estado laico”. El representante de los cristianos de base expuso la necesidad de, “la no financiación del Estado a la Iglesia en ámbitos como el castrense o el educativo; etcétera”. Cruces añadió que, “estamos en contra de un Estado Vaticano y queremos la autofinanciación de la iglesia católica y de las otras. El que quiera curas que los pague”. Este cristiano de base planteó la necesidad de la elaboración de una nueva Ley de Conciencia y Libertad Religiosa y apeló al diálogo interreligioso a través de la laicidad.
En igual sentido se pronunció Joan Carles Marset, Vicepresidente de la Unión de Ateos, tras constatar un cambio de tendencia positivo de la sociedad: solo un 7 por ciento de los nacidos después de 1980 se consideran católicos en España, mientras que la diferencia aumenta a un 34 por ciento entre madres e hijas respecto a la religión católica. Marset lo atribuye a la denominada “rebelión de los nietos”, producida en Alemania para recuperar la memoria histórica y perder el miedo a una sociedad laica. También se mostró satisfecho por la campaña de los Ateos en los autobuses municipales de algunas capitales como Madrid y Barcelona, y anunció “acciones judiciales contra aquellos ayuntamientos -Zaragoza, Valencia y Albacete- que prohibieron su exhibición.”
En opinión de Joffre Villanueva, representante de la Lliga Per la Laicitat, el proceso de implantación del laicismo en España será lento, por lo que considera necesario “construir una nueva ética civil sobre todo en el ámbito escolar y no basta con suprimir los símbolos religiosos”. Por ello “hay que avanzar su implantación en las instituciones y construir un sistema de valores y pedagogía de la laicidad con movimientos de base asociativa”. Jofre Villanueva puso como ejemplo los acuerdos que la Lliga ha firmado con la Generatitat para que se les consulte en asuntos religiosos. Villanueva dijo que “aún se mantienen los esquemas en cuestiones Iglesia – Estado tras 40 años de régimen fascista. Franco ya sabía que tenía que atacar a las escuelas laicas, a los librepensadores y a los masones”. Apeló a continuar la lucha del movimiento laico porque hay muchas conquistas pendientes, “hay que construir una ética civil, laica, abierta y de respeto a todos. Eso debe hacerse día a día desde proyectos asociativos. La alianza entre el trono y el altar sólo perjudica al trono y al altar” explicó el representante de esta entidad que concluyó con la reflexión sobre las posibilidades de construir una espiritualidad laica y con una frase de Pi Margall “habría que coger la tradición y pasarla por el tamiz de la razón”.
Victorino Mayoral, Presidente de la Fundación Cives, se quejó del “insuficiente reflejo que tiene el Movimiento Laico en los medios de comunicación y consideró muy positiva la concurrencia de elementos comunes entre las organizaciones laicas, como la divulgación de los valores democráticos y una ética compartida, “expresiones -en su opinión- de un movimiento laico emergente con diversidad de fundamentaciones que es necesario poner en red”.
La Mesa se cerró con un debate con el público y con la intervención de Jaime Ruíz quien constató la coincidencia de todos los participantes en aunar esfuerzos en la consecución de un Estado laico a través de la unidad de las organizaciones que defienden este movimiento sean del signo que sean.
Con este acto, organizado por la Cátedra Emilio Castelar de la Fundación Cives en la Escuela Julián Besteiro, concluyó el ciclo sobre el “Movimiento Laico en España: perspectiva histórica y presente”, en la que participaron los catedráticos Luis Gómez Llorente, Rafael Díaz Salazar y Domingo Comas.
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