jueves, 26 de octubre de 2006

¿Cómo va el proceso?


Sin duda que con sólo decir "proceso" ya todos entienden que se trata de las actuaciones emprendidas por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero para dar por terminada la situación de violencia terrorista que desde hace años viene asolando al País Vasco y a España.

Hoy además los medios de comunicación en editoriales, en crónicas, en las intervenciones de los tertulianos plantean una duda, un interrogante: ¿cómo está ese proceso?

Hace unos días, en el sur de Francia, unos encapuchados robaban más de trescientas pistolas. Aunque los autoridades francesas tienen indicios suficientes para atribuir esta acción a la banda terrorista ETA, no lo han querido aún confirmar. El Presidente Zapatero ayer en rueda de prensa afirmó: "Es probable que el robo de 350 pistolas sea cosa de ETA, y tendrá consecuencias en su momento". A pesar de la advertencia tampoco quiso asegurar la autoría de ETA.

Ayer, en una alborotada sesión, el Parlamento Europeo, de mayoría conservadora, aprobó una moción con pocos votos de diferencia de apoyo al posicionamiento del Gobierno para la terminación del terrorismo. El PP ha estado esforzándose hasta el último momento para que la moción no saliera adelante y, entre otras cosas, ha acusado al Gobierno de dividir a Europa después de dividir a España (¡qué fuerte!). Esto mismo lo han repetido los medios de comunicación que operan en ese territorio ideológico-político del PP y de su estrategia llegando a proponer al Gobierno que "rompa" las conversaciones, las negociaciones que está teniendo con la banda terrorista.

¿Tan deteriorado ha quedado el proceso para que tenga que ser dado por terminado por esos dos hechos? Ciertamente que el robo de las pistolas no ha contribuido ha clarificar el proceso ni a hacerle avanzar por un camino más expedito. Lo ha ralentizado, sin duda, pero no lo ha deteriorado hasta tener que romperlo y darlo por terminado.

Por su parte, la moción aprobada en el Parlamento Europeo, aunque no haya sido por unanimidad por un mayor margen de votación, no va en contra del proceso sino que lo alienta al unir su posición con la del Consejo y la de la Comisión.

El proceso ha de mantenerse. H de mantenerse porque cada día que pasa, cada semana y cada mes que pasa, sin asesinatos, sin secuestros, sin estorsiones ... es un avance hacia la desaparición de la banda terrorista y a conseguir la normalización. Mientras no haya acciones terroristas, el tiempo corre a favor del Gobierno, a favor de la sociedad española y en contra de la banda. Cada día que pasa les será más difícil volver hacia atrás. Por el contrario, el tiempo ahora va en contra de los terroristas, de sus exiliados, de sus presos, de sus familiares, de los que necesitan presentarse a las próximas elecciones municipales para seguir haciendo política.

En la prudencia política está en que el proceso no caiga de la bicicleta.

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