martes, 23 de septiembre de 2008

Las reformas de los partidos políticos.


Ramón Vargas-Machuca Ortega, Catedrático de Filosofía Moral y Política de la Universidad de Cádiz y para mí, sobre todo, compañero y amigo ha aportado un capítulo bajo el título REPRESENTACIÓN al libro colectivo editado por Aurelio Arteta EL SABER DEL CIUDADANO. LAS NOCIONES CAPITALES DE LA DEMOCRACIA.

Termina el profesor Vargas-Machuca su capítulo con un "a modo de epílogo" señalando algunos rasgos de las reformas que han de emprender los partidos políticos. Y me parecen especialmente interesantes y oportunas ahora que el Partido Socialista de Cádiz está inmerso en el debate precongresual. Y con el permiso del amigo transcribo las reformas que propone:

"Urge, ante todo, desapoderar a las cúpulas de los partidos de los muchos recursos políticos que acumulan, ensanchando el campo de los derechos y respon
sabilidades de afiliados, seguidores y votantes. Para ello resulta clave constitucionalizar un funcionamiento de los partidos que impulse mecanismos de control interno y externo, refuerce los sistemas de garantías, afine el régimen de responsabilidades y reduzca las ventajas de los profesionales de la política. Así los ciudadanos tendrán mayores posibilidades de informarse, controlar la agenda política y seleccionar a sus líderes políticos. No menos saludable sería difuminar en ciertos aspectos la demarcación entre los de "dentro" y los de "fuera". El fin sería poner disposición de cualquier ciudadanos un menú de oportunidades que, en vez de hacer prohibitivo el ejercicio de la participación política, lo estimule. De esta manera habrá partidos más poblados, en los que se multipliquen las "entradas y salidas" y tengan eco las voces de quienes están dispuestos a aportar sus mejores razones. Como consecuencia se modificarán las relaciones de poder, las inercias viciosas de funcionamiento y el régimen de reclutamiento hasta ahora dominantes.
Todo ello redundará en una socialización política más abierta que anime a la participación, en una oferta política más cualificada y en partidos políticos más congruentes con los principios de la democracia representativa. Unos partidos plurales, porque a través de ellos se podrán canalizar distintos intereses y preferencias; más eficaces en la explotación de sus recursos; sensibles a los requerimientos del principio democrático de inclusión y con los mecanismos de la responsabilidad política mejor engrasados. Así reconstruidos, los partidos contribuirán a recuperar el crédito de la política y a reforzar el poder de una democracia representativa en parte inerme frente a sus propios desafíos".

Hasta aquí el epílogo del profesor Vargas-Machucas sobre las transformaciones que han de "sufrir" los partidos políticos. Es un epílogo que me atrevo recomendar a "oficialistas" y a "críticos", a "los del aparato" y a "los de la base". Si lograran coincidir sobre esos "rasgos de reformas" seguramente que el PSOE de Cádiz saldría distinto de la próxima Asamblea Local.

Termino recomendando efusivamente el libro: EL SABER DEL CIUDADANO. LAS NOCIONES CAPITALES DE LA DEMOCRACIA. Modestamente me parece que es una aportación inestimable e imprescindible en estos momentos de Educación para la Ciudadanía.

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