viernes, 25 de julio de 2008

Carta de ATTAC al Presidente Zapatero


Reproduzco, sin duda por su interés, la carta a Zapatero que fue entregada el día 24 de julio en el Registro de la Moncloa, "respondiendo" a su demanda de asesores frente a la crisis.

Señor Rodríguez Zapatero, Presidente del Gobierno de España:

Por la presente carta le queremos hacer llegar un conjunto de consideraciones y propuestas de Attac en relación a la crisis actual y a sus posibles salidas.

Como imaginamos que conoce, ATTAC es un movimiento social de ámbito internacional que cree firmemente que otro mundo es posible mediante una economía puesta al servicio de los seres humanos. Trabajamos desde hace
10 años en la construcción de alternativas al actual sistema económico implantado en el planeta, cada vez más regido por los mercados financieros especulativos, con el objetivo de evitar que el mundo del siglo XXI se convierta definitivamente en la jungla en la cual ya empezamos a estar. Por ello, nos vemos en la obligación moral de proponer al Gobierno que Ud. preside algunas actuaciones que creemos pueden ayudar a hacer menos dolorosa la actual crisis económica a la inmensa mayoría de los españoles, y a poner los cimientos de una sociedad más justa y sostenible.

Esta misma semana, Attac España ha emitido un Comunicado (que el Coordinador General de la organización le he enviado por correo) en el cual se explica que ante la situación en la que se encuentran desde hace meses los mercados financieros y el conjunto de la economía mundial y española, deberían tenerse en cuenta las siguientes consideraciones:


1. La situación de los mercados y las finanzas internacionales, y lo que están provocando en el conjunto de la economía mundial, es extraordinariamente grave porque afecta a la financiación necesaria para poner en marcha la actividad económica; a la seguridad y confianza que son imprescindibles para que ésta se pueda llevar a cabo; y sobre todo al bienestar humano, en este caso clara y directamente amenazado por la crisis alimentaria y energética que los grandes especuladores y multinacionales han desatado.

2. Los ciudadanos tienen derecho a saber que el origen de esta crisis no es fruto del azar histórico sino que tiene su origen en el ansia incontrolada de beneficios de los bancos y grandes grupos que dominan las finanzas internacionales que crearon productos financieros extraordinariamente volátiles, arriesgados y muy rentables para ellos, aunque absolutamente improductivos y completamente desvinculados con la riqueza que satisface las necesidades humanas. Y ha sido acelerada y aumentada como consecuencia de que los bancos centrales se han doblegado ante las demandas de los poderosos aceptando e imponiendo una regulación de las transacciones financieras concebida para ocultar sus trampas, el favoritismo, las actuaciones al margen de la ley y, en suma, los “chanchullos de ingeniería financiera” que han originado la crisis, en cita del Premio Nóbel de Economía, Paul A. Samuelson (por no citar a otros muchos economistas, algunos asesores suyos como J. Stiglitz). Por eso, lo que nos parece menos comprensible es que siendo la actual una crisis financiera básicamente originada por las malas prácticas de los grandes bancos e inversores institucionales, desde el Gobierno se le pida consejo justamente a asesores y responsables de esas mismas entidades financieras. Porque, ¿quién si no es el responsable, por ejemplo, de que Martinsa Fadesa, actualmente en concurso de acreedores, haya podido utilizar financiación a corto plazo para proyectos que como mínimo iban a tardar 6 años en obtener rentabilidad?

3. La situación actual prueba, como viene señalando ATTAC constantemente, que unas finanzas internacionales desbocadas, sin freno alguno, radicalmente divorciadas de las necesidades de financiación de la actividad productiva que crea riqueza y empleo, son un peligro gigante para la humanidad y una fuente de constante inestabilidad y de crisis. Los propios dirigentes neoliberales de los grandes organismos internacionales e incluso algunos líderes políticos muestran ahora su incapacidad e ignorancia para hacerle frente a la situación. No saben lo que hacer y se limitan a decir que pronto pasará todo, pero se equivocan. Detrás de esta, que ya será grave y dañina, vendrán otras de igual o mayor calado porque no se aborda el problema de raíz que las origina. Y ese problema de raíz no es otro que la dramática ausencia de una regulación nacional y supranacional de las finanzas que haya impedido que, como en el caso español, dueños de suelo, ayuntamientos, promotores, sindicatos de la construcción, fedatarios públicos, las tres Administraciones Publicas, y muchos agentes más hayan sido cómplices del auge desbocado que nos ha llevado a la situación actual


4. Por ello, frente a la inacción de los gobiernos y los organismos internacionales o los bancos centrales, ATTAC considera de extraordinaria urgencia que se adopten medidas que ataquen al núcleo donde es están produciendo los problemas, que hoy hacen que quiebren empresas, que aumente el paro, que los emprendedores, los empresarios o los consumidores no tengan financiación suficiente y que caiga la actividad económica, mientras que los bancos siguen actuando en la misma línea de irresponsabilidad y especulación.

La propuesta de ATTAC en lo referente a la escena internacional es que se controlen los flujos planetarios de capital especulativo, que se establezcan impuestos internacionales para desincentivar las inversiones improductivas y para incentivar la creación de riqueza y que se grave la obtención de beneficios extraordinarios. Y que paralelamente se controle la actividad bancaria, se establezcan límites a la creación de dinero por los bancos mediante la utilización irresponsable de los depósitos de los clientes y se recupere la banca pública para garantizar la afluencia de financiación a la actividad productiva. Eso supone, directamente, suprimir los dogmas de libertad de movimientos de capitales y de mercancías del Acuerdo de Lisboa.

Las propuestas de ATTAC en lo referente al ámbito español van en la dirección de garantizar el bienestar sostenible de la población, que en lugar de perseguir el aumento del PIB a cualquier precio, se base en potenciar el trabajo digno y la calidad de vida de sus ciudadanos, todo ello sin deteriorar el planeta para preservar la vida de las generaciones futuras. Ello, a nuestro juicio, ha de suponer una doble propuesta:

1.- Un refuerzo del papel dinamizador y regulador del Estado en la sociedad, tanto para promover actividades eficientes encaminadas a conseguir el bienestar mencionado como para incentivar proyectos de autogestión y solidaridad hacia los excluidos. Habría que modificar profundamente el modelo de desarrollo seguido en España hasta ahora, haciéndolo más respetuoso con el medioambiente, más volcado hacia la producción industrial y de energías alternativas y hacia los servicios y menos hacia la endogamia, menos consumidor de energía y menos orientado al beneficio inmediato. Habría también que recordar que el Gasto Público destinado a producir bienes y servicios funciona como una inversión y hace crecer la renta a plazo en una cantidad que es un múltiplo de ese Gasto Público. Algunas propuestas de ATTAC en esta dirección y a título de ejemplo serían:

- Promover actividades que refuercen los Servicios Públicos, en especial Sanidad, Educación y Protección social, con un desarrollo prioritario de la Ley de Dependencia y una extensa red de residencias de ancianos, públicas o en régimen de cooperativas; fomento de las actividades de protección y mejora medioambiental (impulso absoluto a las energías renovables, I+D en tecnologías anticontaminación atmosférica e inversiones limpias en tratamiento de RSU, incluida la separación y aprovechamiento de las basuras orgánicas); impulso a la soberanía alimentaria y a la eliminación del déficit alimentario en la balanza de pagos; gestión racional del patrimonio histórico (natural y edificado); creación de empresas públicas en sectores estratégicos y protección del pequeño comercio y de los consumidores, regulando una distribución comercial en la que siete grandes cadenas controlan el 80% de la misma, y promoviendo campañas informativas masivas de concienciación ciudadana sobre un consumismo superfluo e insostenible...

- Impulsar actividades prioritarias de integración social para evitar la delincuencia y la exclusión. En concreto, fomento de actividades dirigidas a parados, inmigrantes y ciudadanos sin recursos, que eleven la calidad de vida aunque no aumenten con ello el PIB, (al no suponer transferencia de dinero), promovidas desde las propias administraciones a través de facilitadores sociales u otras figuras de trabajo social; fomento de las finanzas éticas y alternativas y expansión de los microcréditos; apoyo a la autoconstrucción, a los grupos de autoconsumo, al trueque de servicios con moneda-tiempo, y al desarrollo de actividades de solidaridad en las ciudades y sus barrios. En esta misma línea, fomento de las actividades de participación, integración, formación y ocio entre colectivos vecinales...

Tal refuerzo del papel del Estado en la sociedad implicaría intervenir más decididamente en las relaciones laborales (aumentando los inspectores de trabajo para mejorar la satisfacción como trabajadores), y sobre todo intensificar la progresividad de nuestro sistema fiscal y luchar más eficazmente contra el fraude y la evasión fiscal (incrementando para ello la Inspección de Hacienda), con el objetivo de ir volviendo a tiempos no muy lejanos en los que la carga impositiva recaía de forma preferente en las plusvalías, las rentas y el patrimonio de los más ricos y poderosos. La erradicación de los paraísos fiscales es, en este sentido, una demanda social de primer orden.

2.- Un significativo gesto hacia la ciudadanía, encaminado a recuperar la credibilidad del Gobierno y la de la clase política. Cuando la crisis arrecie – y pocos dudan que va a arreciar- muchos ciudadanos verían con buenos ojos cómo el sueldo de diputados y senadores, y también de los altos cargos de la Administración del Estado, se reduce a la par que aumentan las dificultades económicas de la mayoría de la población. Este gesto político habría de ir acompañado de un impuesto extraordinario sobre las altas remuneraciones de directivos de grandes empresas y sobre las grandes fortunas.

Lo que debería subyacer de las 2 propuestas apuntadas es la necesidad de explicar a todos los ciudadanos y ciudadanas las verdaderas causas de la crisis. Y de mostrar con acciones –sin olvidar los gestos- que se va a luchar por la justicia económica y social en el país y en el planeta, evitando la acumulación desmedida de riqueza y de poder en muy pocas manos.

ATTAC es consciente de que algunas de estas propuestas están hoy día lejos de lo que se plantea en la agenda de los gobiernos y los partidos, pero eso es así porque los ciudadanos no hemos llegado a ser completamente conscientes de que los bancos y los grandes poderes financieros están convirtiéndose en un auténtico peligro para la actividad económica y para la estabilidad social. Porque no existe la convicción social de que el engaño financiero, el robo y el afán desmedido de lucro son conductas inmorales que deberían estar jurídicamente condenadas porque provocan, como está ocurriendo hoy día, sufrimiento humano injustificado y miles de muertes de seres inocentes. Como dijo el relator de las Naciones Unidas para la Alimentación, Jean Ziegler, “se está cometiendo un crimen contra la Humanidad”. Las cosas empezarán a cambiar cuando los ciudadanos seamos conscientes de ello, entendamos que detrás de cada crimen hay criminales, y exijamos masivamente a los gobernantes normas y acciones de justicia que promuevan el bien común. Es lo que busca ATTAC con sus movilizaciones.

OTRO MUNDO ES POSIBLE.

Observatorio de Justicia Fiscal Global de Attac Madrid

www.attacmadrid.org

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