miércoles, 7 de marzo de 2007

La "pepera" trampa saducea.

Sadoc fue un judío del Siglo III antes de Cristo, que fundó la secta de los saduceos. Sus seguidores, reclutados principalmente entre la clase alta, negaban la inmortalidad del alma y por ello se opusieron en su día a la doctrina cristiana de la resurrección de la carne. Cuentan los evangelistas San Marcos y San Mateo, que los saduceos plantearon a Jesucristo el dilema siguiente: si una mujer enviudara varias veces, cuando ella y sus distintos esposos resuciten, ¿de quién será esposa? Jesucristo respondió: “Cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán esposa, ni ella marido, sino que serán como los ángeles del cielo”. He aquí el origen de lo que aún ahora se conoce como una trampa saducea, o sea, la manipulación capciosa para lograr que el adversario dé un paso en falso o cometa un grave error.

Una y otra vez el Partido Popular está tendiendo una trampa saducea al PSOE de la que éste no consigue salir. El PP ha hecho de la política terrorista, y ahora también la política penitenciaria, el centro de su oposición al Gobierno, el punto de mira y debate de la opinión pública. Con ello consigue que la mayor para de las políticas que está desarrollando el Gobierno socialista sean ignoradas, no lleguen a la opinión pública, no sean objeto de tratamiento por parte de la prensa y los informadores y los "tertulianos", incluidos los que se son considerados afines a las tesis socialistas.
Desde otra perspectiva el Partido Popular con esos temas: terrorismo, víctimas, presos, etarras, ... remueve los instintos de la ciudadanía y ésta se posiciona en contra. Para ello utiliza las medias verdades, oculta los hechos o los maneja a su antojo ¿Quién va estar de acuerdo con que un asesino de ciudadanos inocentes sea excarcelado? Planteada así la cuestión, encierra varias mentiras y oculta otros tantos hechos ciertos.
Otra consecuencia de esta situación es que la actividad política que es el "arte de hacer real lo posible", como se ha dicho, o una actividad racional llega a los ciudadanos como una despreciable actividad que remueve los instintos más bajos: enfrentamiento, odio, rencor, ...
Para mejorar sus posiciones el PSOE y para que la política vuelva a la ciudadanía con racionalidad y con sosiego debería quebrar esta trampa saducea que le tiende el PP. ¿Cómo? Eso para otro día

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu afirmación de que el resto de las políticas del gobierno sean ignoradas por la mayoría implica:
a) Que como buen absolutista consideras al pueblo imbécil para percibir por si mismo sin la ayuda de guías-exégetas de la realidad.
b) que si fuese cierta tu afirmación quizás fuese en beneficio del gobierno el que su iniquidad e incompetencia sean ignoradas por los votantes
c) Sería muestra de incapacidad del propio gobierno para transmitir su acción.
y...d) como lo que he dicho no es políticamente correcto supongo que por "el bien del pueblo" lo censurarás

Gregorio López Martínez dijo...

Es un recurso facilón y muy trillado terminar un impertinente comentario diciendo que será censurado. Pues no. Es publicado para que el autor sea enjuiciado en sus propias palabras.
En éste mi cuaderno de bitácora lo único que no es permitido son las ofensas sean privadas o públicas, o las mentiras o las calumnias ...

Anónimo dijo...

¿Y no había cerca del Rey alguien (una especie de don Sabino) que le advirtiera que aceptar esa "distinción" era lo más parecido a un caramelo muy envenedado? ¡Vamos, el que no aceptaba la Constitución hablando ahora de ella con y ante el Rey!