Sigue el debate público sobre la corrupción urbanística y todo lo relacionado con la vivienda. En el Congreso de los Diputados se debate la Ley del Suelo de este Gobierno y la Junta de Andalucía ha aprobado una norma que regula más rigurosamente los desarrollos desenfrenados de ciertos municipios de Andalucía. Empresarios, promotores y constructores han saltado para criticar esta norma y auguran todos los males del mundo para Andalucía: la economía irá a la bancarrota, las empresas constructoras desaparecerán y los trabajadores serán despedidos y, por supuesto y como colmo de todos los males, las viviendas se encarecerán aún más y los jóvenes andaluces seguirán sin poder acceder a una vivienda, etc, etc.
En todo el debate que se viene dando sobre la vivienda, en pocas ocasiones se ha introducido, en mi opinión, el asunto de las viviendas vacías existentes tanto en las ciudades, en los cascos históricos y en las nuevas promociones de viviendas, como en los pueblos. Obligar a que las viviendas desocupadas salgan al mercado, a que las viviendas antiguas en ciudades y pueblo sean rehabilitadas y dispuestas para su ocupación en venta o en alquiler creo que sería un aporte a la solución de este grave problema. Y ... ¿cómo obligar a que las viviendas vacías sean puestas en el mercado? La medida sería que fuesen gravadas fuertemente las viviendas que estén desocupadas con un impuesto que iría aumentando año a año hasta que los propietarios se viesen obligados a venderlas o a alquilarlas.
¿Y por qué no posibilitar que las Administraciones pudieran expropiar esas viviendas "ociosas"? ¿Es que no hay interés público? ¿Es que no contempla la Constitución Española el acceso a una vivienda digna como uno de los derechos de los ciuadadanos españoles?
Aunque sea tópico: ¡osadía e imaginación!
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