viernes, 29 de diciembre de 2006

Contra la pena de muerte


Sadam Husein fue condenado a pena de muerte. Los medios de comunicación dan cuenta de que los americanos, bajo cuya custodia ha estado desde que fue detenido, lo han entregado ya a las autoridades irakíes para que sea ejecutado. Si aún no ha sido ejecutado, podría serlo, informan, en este fin de semana.

No seré yo quien defienda a Sadam Husein un dictador que aplastó a su pueblo y mando asesinar o asesinó a miles de ciudadanos que se oponían a su régimen. Merecía, como cualquier persona, el juicio justo que él no tuvo con quienes encarceló, exiló o mató. Pero ... cuando se está en contra de la pena de muerte, se sostiene que la pena de muerte no ha de ser aplicada a ningún ser humano por grandes y reprobables que hayan sido sus actos, sus crímenes. Puede haber otras penas más justas, más humanas, más civilizadas que puedan sustituir esta pena, la pena de muerte.

Aún más. ¿Se solucionará en algo la gravísima situación de Irak con esta ejecución? ¿No huele esta ejecución a la venganza que Bush hijo prometió a su padre! ¡Qué asco! ¡Qué horror que la humanidad termine el año 2006 con estos actos!

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