Y ante la estupefacción del mundo, ante las recomendaciones de Naciones Unidas y el derecho internacional, España, el país de la piel de toro, vuelve a dar ejemplo, un triste ejemplo, admitiendo la Sala de lo Penal del Alto Tribunal el que sienten al magistrado de la Audiencia Nacional en el banquillo de los acusados por osarse abrir la primera causa penal contra los crímenes del franquismo. ¡Sí, sí…! El juez que intentaba hacer justicia, y poner a las víctimas del franquismo en el lugar que les corresponde en la historia de este país, ahora resultará ser culpable de haber querido investigar y reparar el daño hecho por el franquismo. No nos tiembla el pulso aunque nos contemple toda la comunidad internacional.
Eso nos lleva a la reflexión siguiente: “ algo no funciona en el engranaje de la justicia española, cuando las víctimas son víctimas dos veces. Cuando prevalece la lectura del derecho partidista por encima incluso de las leyes internacionales que el propio país tiene firmadas y ratificadas. Cuando aquél que intenta aplicar las mismas finalmente puede ser juzgado”, por tanto, al final será verdad aquello que dijo el sátrapa en su día, “lo dejo todo atado, bien atado“. Nuestra democracia es una pura pantomima, hipócrita y que vive escudada y escondida en los acuerdos de la transición y la ley de amnistía de 1977, y con un jefe de Estado impuesto por el mismo dictador. Es cierto, lo dejó todo atado…, muy bien atado.
Si sientan a Baltasar Garzón en el banquillo, habrán vuelto a fraccionar de verdad el país en dos, habrán hecho un flaco favor a la justicia y la historia, habrán vuelto a matar, a enterrar en fosas, a exiliar, a secuestrar y reprimir a todas las víctimas y sus familias. Obligarán a movilizarnos, a todos aquellos, que representamos a las mismas, y luchamos por dejar al franquismo en el lugar que le corresponde en la historia de este país. El de régimen golpista, represor y genocida ideológico. Se debe mantener la memoria del franquismo, por supuesto que sí, para no olvidar nunca que existió. Pero borrarnos totalmente y mantener únicamente su memoria es volver a efectuar la exaltación del triunfo del mal.
Garzón somos todos, si lo juzgan a él, que nos juzguen a todos los que trabajamos por recuperar las vidas de nuestros familiares, por recuperar la historia oculta, por intentar reparar el daño y hacer justicia legal e histórica. Nosotros también somos culpables y nos llamamos: Jorge Luis Carreño Crispín y Pedro Vicente Romero de Castilla Ramos…, ambos alias “Garzón”. A partir de hoy iniciaremos todo tipo de acciones en apoyo del juez, esperamos que los demás os suméis a todas las iniciativas al respecto. Un saludo a todos y ¡Reparación y justicia para todas las víctima del franquismo! ¡Salud y República!
Jordi Carreño Crispín y Pedro V. Romero de Castilla Ramos
Fundadores de La Memoria Viv@
Recomiendo además que se lean Causa general contra Garzón, publicada en El Público
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