No tengo título ni interés alguno para salir en defensa del juez Baltasar Garzón en este mi modesto cuaderno de bitácora. Sigo con atención las informaciones de los medios de comunicación, procuro "digerirlas" y sacar mis propias conclusiones.
En algún momento ya deduje y dejé escrito en algún comentario que el Partido Popular desplegaría toda su batería de iniciativas y acciones para lograr de que sus dirigentes "más preclaros" no comparecieran en los juzgados y las actuaciones judiciales emprendidas por algunos de ellas fueran declaradas nulas: Gürtel, "espionaje madrileño", ex Presidente de Baleares, otros .... aunque algunos de estos casos no estén en los juzgados de Garzón. Es lo que viene haciendo y consiguiendo con sus trapos sucios: ¡que no sean juzgados!
Desde otro lado el PP ha buscado en su ultraderecha unos aliados para alcanzar ese primer objetivo y para "cargarse" lo relacionado con la Memoria Histórica y el proceso contra el franquismo y los franquistas. Que el franquismo no sea juzgado y que sus víctimas aún sigan después de setenta años en las cunetas.
Esta alianza entre "ultras" está a punto de conseguir sus objetivos.
Y con la actuación de esos jueces "sumisos" a quien los eligió se sigue extendiendo y ahondando en la opinión pública el desprestigio de los jueces y del servicio público de la justicia.
No resulta extraño, pues, que quieran desterrar a Garzón los vocales del Consejo propuestos por el PP -obsesionado con Garzón, a quien no le perdonan haberles aflorado los sucísimos trapos del caso Gürtel-. Pero sí rechina en fuentes progresistas del Consejo que a ese empeño del PP se hayan sumado vocales como Lastra y, "con especial beligerancia y proselitismo", Robles.
Es así como termina la información de José Antonio que hoy publica El País bajo el título de "Objetivo, Baltasar". ¿ Quién no está de acuerdo?
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