Contra la corrupción

Vuelvo a leer, a releer algunos capítulos del INFORME SOBRE LA DEMOCRACIA EN ESPAÑA / 2008. LA ESTRATEGIA DE LA CRISPACIÓN. Derrota, pero no fracaso, de la Fundación Alternativas. Este informa como el del año anterior debería ser de lectura obligatoria, sobre todo algunos capítulos, sobre todo para algunos que se dedican directa o indirectamente a la vida pública, a los asuntos públicos, como comentaristas o como actores. Del capítulo dedicada al BALANCE DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN POLÍTICA dejo aquí estas tres conclusiones:

1.- El análisis de los resultados de las elecciones municipales en aquellos ayuntamientos donde se realizaron denuncias de corrupción pone de manifiesto las limitaciones que tiene el voto como mecanismos de control de la corrupción.
3.- Para ser eficaces, las políticas anticorrupción deben ser multidimensionales, de tal forma que incidan simultáneamente sobre las culturas políticas de los ciudadanos y representantes políticos y sobre los incentivos de naturaleza institucional que son tenidos en cuenta por los actores que toman decisiones públicas.
6.- Un actos central en las políticas de lucha contra la corrupción son los partidos políticos. Los actuales sistemas de control de la corrupción de sus militantes y cargos públicos son, al menos para los partidos mayoritarios analizados, claramente insatisfactorios e ineficaces. La indefinición de las conductas reprobables, así como el protagonismo de los órganos de dirección en la persecución de estos comportamientos irregulares, ponen en primer plano las consideraciones de oportunidad política e introducen una gran arbitrariedad en este terreno.

Si esto es así, y lo es, ¿cuándo se podrá decir que la corrupción ha sido atajada?