“La mitad de lo que digo no sirve para nada, pero lo digo para que la otra mitad pueda llegar a ti” Cita sufí La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. El Quijote. La realidad no existe; lo único que hay es el lenguaje, y de lo que hablamos es del lenguaje.Michel Foucault. Filósofo estructuralista (1926-1984) La verdad es la que es, y sigue siendo verdad aunque se piense al revés (Antonio Machado).
sábado, 1 de noviembre de 2008
El precio de tu ordenador.
Lleva un tiempo de actualidad la guerra en el Congo. Y ha sido de más actualidad después que la Ministra de Defensa visitase a tropas españolas que están más o menos por ahí y después que una monja enfermera española fuera herida en un atentado, habiéndosele tenido que amputar ambas piernas. La monja "andariega" que le decían las compañeras de su congregación ahora ha de estar en una silla de ruedas.
Sin embargo, en raras ocasiones los medios de comunicación explican las razones de por qué estallan y continúan año tras año las guerras con todas sus consecuencias desastrosas: muertos, mutilados, heridos, desplazados, hambre, sufrimiento.
Esta mañana me encuentro la explicación de esa cruel guerra en el Congo. Es un mensaje con el título de "Tu ordenador tiene un precio elevadísimo" por Aministía Internacional. "Tu ordenador tiene un precio elevadísimo" Porque su fabricación, dice el mensaje de Amnistía Internacional, es imposible sin coltan. Más de 30.000 niños y niñas matan y mueren en un conflicto que sacude África Central y cientos de miles de personas lo están pagando en estos días. Una de las causas: el control del coltan.
Te preguntarás ¿qué es el coltan y por qué puede convertir niños y niñas en soldados? Coltan es la abreviatura de columbita y tantalita, dos minerales que unidos los hace imprescindibles en la fabricación de teléfonos móviles, ordenadores... y, ante un mercado gigantesco, la República Democrática del Congo posee el 80% de las reservas mundiales. Lejos de llevar prosperidad al país, es parte del origen de un conflicto que amenaza con ser eterno. Gran parte de los ingresos de la venta de coltan han servido para comprar armas, que llegaron generosamente a los ejércitos y milicias desde Estados Unidos, Bélgica, Francia, Alemania y China, entre otros. ¿El resultado? Una guerra en la que ya han muerto casi 5 millones de personas, más de 350 mujeres y niñas son violadas cada mes, hay casi 2 millones de desplazados, y unos 7.000 niños y niñas combaten como soldados. Se les saca a la fuerza del colegio o de sus casas. Reciben malos tratos, torturas, son violados y obligados a violar y a asesinar. Y te queda oír lo peor: en la región de Kivu, la mitad de los menores que habían sido desmovilizados han vuelto a ser reclutados. Su experiencia les convierte en reclutas valiosos y les pone en especial peligro. Y todo para que en los países desarrollados podamos hablar por el móvil o escribir un e-mail.
Pero lo importante es: ¿Cómo poner fin a esta situación? No voy a pedirte que tires tu ordenador, sino todo lo contrario: utilízalo para ayudar a las víctimas de este conflicto. Habrás hecho mucho por frenar esta masacre si te sumas a la petición de Amnistía Internacional al Gobierno de la RDC. Y estarás haciendo mucho más si aportas un donativo para nuestras campañas. Pero, si te unes a Amnistía Internacional, prácticamente estarás haciendo cuanto está en tu mano para que ningún niño tenga que dejar de serlo por nuestro bienestar. Gracias por utilizar tu ordenador para conseguir que su fabricación no resulte tan cara.
Etiquetas:
Amnistía Internacional
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