jueves, 8 de mayo de 2008

Educación para la Ciudadanía. Laicismo


Me importa apuntar en mi cuaderno unas anotaciones que me encuentro hoy:

De la Vega viaja hacia la laicidad. Así titula el periódico El País la información sobre la comparecencia de la Vicepresidenta Primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ayer, en la Comisión Constitucional para informar sobre las reformas constitucionales y políticas que el Gobierno tiene el compromiso de abordar en esta legislatura.

"En cuanto a la reforma de la Ley de Libertad Religiosa, recoge El País, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega anunció ayer que su objetivo es "avanzar en la condición de laicidad que la Constitución otorga a nuestro Estado" que se traduce "en el reconocimiento de los derechos de los agnósticos, amparado en el artículo 16 sobre la libertad de conciencia". Otra intención es no discriminar a otras confesiones diferentes de la católica incorporando a la ley los acuerdos que ya existen con ellas. El portavoz del PP, Federico Trillo, expresó "como católico" sus reticencias a la intención del Gobierno".


"También, y con el fin de avanzar hacia la condición de laicidad que la Constitución otorga al Estado español, ha informado, según se recoge en la información oficial de La Moncloa, que “se revisará la Ley Orgánica de Libertad Religiosa para adecuarla a las nuevas circunstancias y al pluralismo religioso que caracteriza a la España de hoy”.


Sin comentarios. Ya habrá tiempo para ello.


En Atrio. Lugar de encuentro de lo sagrado y lo profano aparece el siguiente comentario sobre "La Asignatura de Educación para la Filosofía" del teólogo José Ma. Castillo con ocasión de la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en relación a la objeción de conciencia planteada por algunos padres a la asignatura obligatoria -y necesaria, muy necesaria, digo yo- de Educación para la Ciudadanía.


Concluye así el teólogo: "Si efectivamente esto es así, las consecuencias que inevitablemente se siguen de ello resultan preocupantes. La asignatura de Filosofía educa para pensar. La asignatura de Educación para la Ciudadanía pretende educar para convivir. Por lo visto hay gentes de mucha religión a quienes les interesa más que los jóvenes, de cintura para abajo, vivan y convivan “como Dios manda”, aunque, de cintura para arriba, ni siquiera crean en Dios. Si es que esto es así (no estoy seguro de ello), pienso que quienes tenemos creencias religiosas, tenemos también motivos para preocuparnos. Y preocuparnos mucho.
Pero, sobre todo, si es que de verdad hay políticos, magistrados y dirigentes religiosos que no toleran que a los jóvenes se les hable de la “ideología de género”, ¿cómo nos sorprendemos de que haya tanta “violencia de género”? ¿No se dan cuenta los más piadosos puritanos de que con tanto puritanismo lo que en realidad hacen es fomentar el más violento machismo? En definitiva, el problema está en que el “machismo de la religión” se desplaza a otros ámbitos de la vida hasta convertirse en “machismo de la educación”.


Otra anotación es la que encuentro en el blog "14 de abril. Espacio para el desahogo y la reflexión"y que se refiere también a la referida Sentencia del TSJA sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía recordando lo que el recién aprobado Estatuto de Autonomía para Andalucía establece en el capítulo de Derechos y deberes:


Artículo 15. Igualdad de género. Se garantiza la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en todos los ámbitos.


Artículo 16. Protección contra la violencia de género. Las mujeres tienen derecho a una protección integral contra la violencia de género, que incluirá medidas preventivas, medidas asistenciales y ayudas públicas.


¿Será posible avanzar hacia esa necesaria laicidad del Estado que la Constitución Española de 1978 establece? ¡Ya veremos!

P.D. Gracias, ROTO, porque con una sola viñeta has dibujado mucho mejor que yo la situación.

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