jueves, 28 de febrero de 2008

Pacto Nacional Laicidad

">Pacto Nacional sobre Laicidad. Documento completo de la propuesta presentada en Catalunya

(Apoyo a la propuesta en la página de Redes Cristianas)

Grupos, entidades, personas, movimientos y comunidades, cristianos y cristianas de la Iglesia de Cataluña, nos posicionamos a favor de un nuevo modelo de relaciones entre el Estado, la sociedad y la Iglesia;

y propugnamos un nuevo marco que respete la libertad religiosa, que haga efectiva la laicidad en la sociedad -y por lo tanto la real separación entre el ámbito social y político y el religioso- y la eliminación de todo tipo de privilegios para cualquier tradición religiosa.

Queremos favorecer un nuevo marco que valore positivamente y fomente la presencia social y la participación del hecho religioso en todos los debates sociales, especialmente en aquellos que tienen que ver con los derechos y la dignidad de las personas, con plena igualdad con otros colectivos y evitando todo prejuicio y/o reticencia hacia todo aquello que desde el mundo de las creencias religiosas se aporte para la construcción de una sociedad más humana, justa y solidaria.

Que reconozca y apoye a la ingente e indispensable tarea social y humanitaria que llevan a cabo muchas mujeres y hombres, grupos e instituciones eclesiales y sin la cual, junto con las que se promueven desde otras iniciativas, nuestra sociedad dejaría sin atención a muchos colectivos desfavorecidos.

Agradecemos la contribución valiente y clarificadora que durante estas semanas han aportado personas, grupos y entidades desde diferentes ámbitos de la Iglesia de Cataluña y con especial significado la del Abad de Montserrat y la de la Reunión de Abades y Provinciales de Cataluña.

Por lo tanto, los grupos, entidades, mujeres y hombres, movimientos cristianos y comunidades religiosas que firmamos este posicionamiento

PROPUGNAMOS:

1.Fomentar la voz y la presencia del hecho religioso en el ámbito público y en los debates que se generan en el seno de la sociedad. Con voluntad de cooperación y de respeto a la pluralidad de opiniones, ideas y praxis que se realizan, sin ninguna voluntad de tutela, ni imposición, ni privilegio. Con la finalidad de que los valores espirituales, en nuestro caso los cristianos, contribuyan a crear unas sociedades más humanas, solidarias, justas y sostenibles, pensando no solo en nuestro goce sino también en las generaciones venideras.

2.Un acuerdo nacional catalán sobre laicidad donde quede reflejado, entre otros aspectos, el papel del las instituciones políticas y de sus representantes en relación con las manifestaciones religiosas, con el fin de que en todo momento los principios de independencia entre los ámbitos político, social y religioso queden bien definidos.

3.La denuncia de los actuales Acuerdos entre el Estado Español y la Santa Sede por lo que implican de privilegios para la Iglesia católica y posibilitan la presión a los gobiernos del Estado sobre diferentes materias y la simultánea sustitución por acuerdos de colaboración en determinados temas de interés general entre el Gobierno del Estado y la Conferencia Episcopal Española ( en adelante CEE), y entre el Gobierno de Cataluña y la Conferencia Episcopal Tarraconense (en adelante CET) para los temas cuyas competencias sean de la Generalitat o afecten al territorio catalán.

4.La puesta marcha inmediata de un proceso para pedir una Conferencia Episcopal Catalana, y mientras tanto la creación de un organismo eclesial, de ámbito nacional catalán, con competencias para asesorar a la CET, y donde estén representadas la jerarquía y la base de la Iglesia catalana: los presbíteros, los religiosos y las religiosas y los grupos, comunidades y movimientos de todas las tendencias y sensibilidades.

5.Que los cristianos y cristianas de base tomemos conciencia de que hay que recuperar la iniciativa para reformar la Iglesia católica a partir de los documentos y el espíritu del Concilio Vaticano II en un momento en el que un amplio sector de la alta jerarquía da apoyo y avanza ostensiblemente hacia una interpretación restrictiva y tradicionalista del mencionado Concilio y se apoya cada vez más en los grupos que adoptan y promueven esta línea.

DISCREPAMOS:

1.De la actitud, posicionamientos, manifestaciones y presencia pública que han protagonizado varios miembros de la jerarquía católica en los últimos meses, por la imagen que se ha transmitido de que actuaban, no por razones pastorales, sino para debilitar el actual gobierno del Estado y crear un ambiente de crispación y polarización que podría favorecer la estrategia de una determinada opción política, llegando hasta el punto, gravísimo, de utilizar el terrorismo y deslegitimar las instituciones del Estado establecidas democráticamente.

2.De los últimos documentos de la CEE y muy especialmente de la Instrucción del 23/11/2006 y de la Nota del pasado 30/01/2008 por incluir criterios partidistas, incitar a la beligerancia contra determinadas formaciones políticas, deslegitimar derechos de personas, colectivos y naciones y pretender tutelar la conciencia de la comunidad católica española.

3.De la utilización del poder mediático y de presión, que está bajo el control de la jerarquía eclesiástica, especialmente la COPE, para crear un clima de confrontación, de caos, de desinformación y de confusión para favorecer determinados posicionamientos políticos. Todo ello sin importar el uso de la mentira, la difamación, el insulto y la manipulación.

4.Del papel de los obispos de Cataluña, aunque reconociendo la incomodidad de su posición, porque han mantenido generalmente una actitud dubitativa, poco transparente y de connivencia con los posicionamientos de la CEE, lo que ha generado entre los y las fieles de las diócesis catalanas una sensación de falta de liderazgo y de claudicación a los postulados más radicales del organismo episcopal español, que ha provocado una pérdida sustancial de su credibilidad dentro de la Iglesia y de la sociedad catalanas.

5.De la respuesta acobardada y la falta de firmeza de los gobiernos español y catalán frente a la actitud desafiante de una buena parte de la institución eclesiástica. No es posible avanzar hacia una sociedad positivamente laica si las personas que nos gobiernan no tienen claro cuál debe de ser su papel y envían constantemente mensajes contradictorios a la ciudadanía.

INVITAMOS a todos los cristianos y cristianas de Cataluña que quieran manifestar su voluntad de construir un nuevo modelo de relaciones eclesiales a asistir al acto de presentación del documento “Una altra veu d’Esglèsia” que recoge los debates y las reflexiones de las entidades que promovemos este posicionamiento, y que se hará este próximo viernes 29 de Febrero a las 7,45 de la tarde en la Iglesia del Sagrat Cor de la calle Casp, 27 – Barcelona.

Barcelona, 21 de Febrero de 2008

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