lunes, 23 de noviembre de 2009

DÍA DEL LAICISMO. 25 de noviembre

MANIFIESTO DÍA DEL LAICISMO Y LA LIBERTAD DE CONCIENCIA 2009

Hoy 25 de noviembre de 2009 celebramos sin liturgias ni clero, como ciudadanos libres, el día del Laicismo. Llevamos años con esta fecha que hemos elegido y que tiene su significado por la proclamación en 1981, por la ONU, del día para la eliminación de cualquier tipo de intolerancia y discriminación fundadas en la religión o las convicciones.

No hemos pedido permiso. Construimos como seres humanos libres e iguales una reflexión y práctica, que viene de tiempos lejanos más autoritarios y que da contenido y significado al Laicismo. Esto es lo que amamos y defendemos cuando utilizamos esta palabra: la libertad de conciencia para cada persona, la igualdad ante la ley, la justicia social y la defensa de los derechos humanos proclamados en la Declaración Universal.

Estamos en deuda con quienes han luchado por un mundo más habitable, pacífico y libre y han construido discursos cada vez más creíbles y necesarios en los que se ha dado cabida a la diversidad humana con sus creencias de tipo religioso o no, con sus compromisos racionales y emocionales (esa metafísica personal e individual de la que nos habla Fernando Savater como un derecho), con la sana Filosofía de la duda, del ensayo y del error que sigue permitiendo sueños de futuro en esta humanidad tan joven y vital en el calendario del universo.

Las creencias religiosas o de cualquier otra naturaleza no son, por sí mismas, factores de cohesión, sólo integran la diversidad de lo humano y, en un estado laico o aconfesional, ninguna debería tener carácter universal e imponerse y financiarse con fondos públicos. Pedimos una separación clara del Estado y las Iglesias con financiación de éstas últimas a cargo de sus fieles y creyentes.

En un estado en el que ninguna creencia debe tener carácter estatal, la esfera pública no puede confundirse con la particularidad de una creencia religiosa, con sus ritos y símbolos (en nuestro país esa colonización forzada nos viene de la mano de la Iglesia Católica). Desde hace años funciona un Observatorio de la Laicidad en el seno de Granada Laica que nos informa del gran lastre confesional que mediatiza la esfera de lo público. Creemos que el instrumento básico para lograr una sociedad laica en la que puedan convivir distintas culturas y creencias es la Escuela Pública, en cuyo ámbito se debe promover la libertad de conciencia y el pluralismo. Expresamos la necesidad de que la religión salga de la escuela así como de otros ámbitos en los que se ejerce la función pública (Educación, Sanidad, Justicia, Ejército...).

Nuestro desafío es extender el compromiso con el Laicismo a personas, instituciones y organizaciones (se ha presentado un proyecto de ley sobre libertad de conciencia, para su reflexión y consideración en distintas instancias sociales). Queremos romper el aislamiento y las prevenciones que de forma interesada promueven aquellos que ven amenazados sus privilegios y el viejo dominio por la ignorancia y el sometimiento intelectual: “Nosotros somos quien somos. ¡Basta de historia y de cuentos!”. Hemos heredado la lucha por la racionalidad y las libertades de quienes se atrevieron a pensar y soñar sin tutelas divinas; con menos riesgos y más certezas, también nosotros debemos comprometernos en impulsar esa lucha humanizadora por el laicismo.

Tomado de http://boletin.laicismo.org/

1 comentario:

Felipe Medina dijo...

va siendo hora que la aconfesionalidad y neutralidad del Estado se convierta en realidad

Estrasburgo supone un primer paso

Saludos