domingo, 25 de octubre de 2009

GÜRTEL llegó a Cádiz

JUAN JOSÉ TÉLLEZ, escritor, poeta y amigo, que nunca -que yo sepa - se muerde la lengua escribe en LA VOZ DE CÁDIZ una sustanciosa información sobre la trama Ppera de Gürtel bajo el título de

Gürtel se la dio con queso a Cádiz

Kintamani no es la versión carnavalesca de Quinta Mano. Kintamani existe: da nombre a un paraíso natural en Bali y a una empresa que sirvió de testaferro a la red Gürtel para adquirir fincas no urbanizables en Tarifa. Mientras Rajoy amasaba queso con Arenas en Grazalema, la investigación sobre la red Gürtel seguía cogiendo con las manos en la masa a numerosos allegados a dicha formación.
En lo que respecta a la provincia, y más allá de las actividades directas de algunas empresas como Rialgreen, lo que sabemos de la trama es que Inversiones Kintamani S.L., otra de las sociedades vinculadas a Francisco Correa y que viene siendo investigada por la Audiencia Nacional, es la propietaria de seis fincas rústicas ubicadas en Tarifa, que en su día pertenecieron al Ayuntamiento y que luego pasaron a manos de particulares. Las operaciones se cerraron entre enero de 2001 y febrero de 2003, cuando ocupaba la alcaldía de Tarifa Juan Andrés Gil, que se había presentado a las municipales por IU y que ahora aparece como candidato del PP. Gil ha negado ya que el Ayuntamiento que entonces presidía llevara a cabo enajenación alguna. Y, en este caso, no hay razones para no creerle.
Se trata de varias parcelas de hasta un total de 16,34 hectáreas ubicadas en los parajes conocidos como El Hondón, Costa y Arroyo Viñas, al sur del área comprendida entre El Cuartón y la Nacional 340, según consta en el Registro de la Propiedad número 2 de Algeciras. Mala suerte, ya que en 2003 toda la zona quedó comprendida bajo el Parque de El Estrecho, por lo que los terrenos no podrán ser ya nunca urbanizables, lo que ha torcido también los planes faraónicos de la barcelonesa Guadalmesí Paradise SL, que intentaba levantar una macrourbanización con vistas al paraíso.
Un pésimo negocio para Inversiones Kintamani, dedicada a la compraventa de bienes inmuebles. Según el folio del Registro Mercantil, fue creada en Madrid en 1996 y su capital social asciende a 5,4 millones de euros, aunque cuando fue constituida tan sólo registraba 15 millones de pesetas, e hicieron falta 19 ampliaciones para alcanzar la suma actual. Mucho capital para tan poca actividad inmueble. Y es que todos los indicios apuntan a que el propósito no era el de lucrarse sino utilizar dicha firma para blanquear dinero de la trama de corrupción que auspiciaba el propio Correa. De hecho, Kintamani fue creada por dos sociedades holandesas, Jubilate Holding BV y Bellavista Holding BV, y también es propietaria de fincas en Las Rozas, Sanchinarro, Málaga o Marbella.
Desde su fundación, tanto Kintamani como Osiris Patrimonial y Caroqui compartieron domicilio fiscal en Madrid. A estas empresas, también se encontraban vinculados otros imputados en la red, como José Luis Izquierdo, el contable cuyo pendrive ha cantado por bulerías, Antoine Sánchez, el primo senegalés de El Bigotes y extrañamente liberado bajo fianza, así como Pablo Crespo Safaris, anterior secretario de Organización del PP en Galicia y todavía en prisión, desde donde siguió dando instrucciones para operaciones monetarias en Suiza.
La pista financiera de estas empresas conduce a paraísos fiscales como Antillas Orientales, Suiza, Islas Caimán, Liechtenstein, Arzebayán, Mónaco, las islas del Canal de la Mancha, Sri Lanka, Gibraltar, Panamá o Nevis y, al parecer, manejaban fondos de procedencia ilícita. La matriz de Osiris Patrimonial, con un capital de 4,5 millones de euros, era otra firma denominada Lubag y radicada en Curazao (Las Antillas), aunque aparecía otra firma intermediaria, Clandon, radicada en Holanda. Osiris también cuenta con ramificaciones en la comarca, ya que su nombre figura como titular de un ático en la urbanización Valgrande, en Sotogrande y con derecho a dos atraques en el puerto deportivo: quizá para sus dos yates de lujo, Carmen XI y Parapipi, un Astondoa 36 de 12 metros de eslora, con base habitual en Altea, también registrado a nombre de la empresa Caroqui junto con otra vivienda en ese enclave. Habría que sumar la embarcación Montecristo, registrada a nombre de una empresa con sede en Gibraltar, Blue Horizon. Precisamente, los agentes de la Unidad Central de Delincuencia Económica y Fiscal de la Policía Nacional que investigaron la trama llegaron a contabilizar movimientos por valor de 700.000 y 135.000 euros entre el Peñón y España. Caroqui SL, cuyo objeto social es la compraventa de bienes inmuebles, fue recibiendo ingresos desde la cuenta de Pacsa, la sociedad creada en 1997 en Nevis por cuenta de Rustfield Trading Ltd, creada en Reino Unido y dirigida por Mollyland Inc, otra sociedad fantasma de las Islas Vírgenes. Dicen que Correa vivía a caballo entre Madrid y Sotogrande. Salvo un par de pequeños locales en Madrid no tenía un ladrillo a su nombre, pero su geografía urbanística era la de algunos de los enclaves urbanísticos más exclusivos del país, desde Pozuelo a Marbella e Ibiza. La travesía de estos negocios llegaba a Miami, Londres o Colombia. El dinero negro salía de España por el sistema de compensación, recalaba en sociedades domiciliadas en paraísos fiscales y volvía a España blanqueado. Quería dárnoslas con queso, pero ahora dará con sus huesos en el banquillo de los acusados.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La única forma de acabar con los corruptos la encontramos aquí
http://ceroizquierda.blogspot.com
Habrá algún político dispuesta a pasarla